ABANDONATE AL AMOR DE DIOS


ORACION GRABADA
TEMA: LA NECESIDAD DEL AMOR
PADRE DARIO BENCOSME



Jesús desea que pongamos toda nuestra confianza en Él. Yo le pido que haga de mí una santa, dejando en sus manos la elección de los medios que pueden llevarme a ella.

Beata Madre Teresa de Calcuta

Abre tu corazón al celeste médico de las almas y abandónate con confianza en sus brazos. Él te trata como a un elegido y te invita a seguirlo de cerca por la cuesta del Calvario.San Pío de Pieltrecina

Si creemos que Dios es amor y nos ama con todo su infinito amor, la conclusión lógica es que podemos abandonarnos tranquilamente en sus manos, sabiendo que Él piensa en nosotros y nos cuida y quiere lo mejor para nosotros. Abandonarse es fiarse de Dios. Es aceptar su voluntad en cada instante. Es no rebelarse contra sus planes sobre nosotros. Es dejarse llevar sin preguntar a dónde ni porqué. Es entregarle la responsabilidad de la vida. Algo así como firmarle un cheque en blanco. Abandonarse significa estar en permanente actitud de escucha y de apertura a su voluntad en cada momento. Es estar totalmente disponible a sus planes. Es dejarse perder en su Amor como una gotita de agua en el mar. Es creer hasta la audacia en su providencia amorosa. Por eso, te pregunto: ¿Estás dispuesto a aceptar una enfermedad o cualquier otra desgracia humana sin rebelarte contra Él? Entonces, ¿por qué tienes miedo de abandonarte? ¿No te fías? ¿No estás dispuesto a aceptar el sufrimiento? ¿Solamente quieres recibir bienes y alegrías?

Deja que Él piense por ti en lo que más te conviene. Déjalo actuar y confía en Él. Puedes estar seguro que será la mejor decisión de tu vida, porque Dios necesita tener las manos libres para hacer de tu vida una obra de arte espiritual. Él te dice: Yo nunca te dejaré ni te abandonaré (Jos 1,5; Heb 13,5). Puedes estar seguro que Él nunca te va a fallar ni te va a engañar. Por eso, acepta sus planes sobre ti. Entrégale la responsabilidad de tu vida. Vale la pena abandonarse en los brazos de un Dios tan bueno y misericordioso. Si así lo haces, verás maravillas en tu vida.

Mi Padre Dios me ama y cuida de mí. Él sabe todo lo que me pasa y conoce mis necesidades. Confío en Él, y sé que ya está tomando las medidas necesarias para ayudarme y solucionar mis problemas.


CONFIANZA TOTAL
La confianza es esencial en la vida humana. Si un hijo no tuviera confianza en su madre o una esposa en su esposo…, ¿cómo podrían vivir? Lo mismo pasa en la vida espiritual, si desconfiamos de Dios, si le tenemos miedo, si creemos que si seguimos su voluntad nos va a llevar por caminos de sufrimiento, como si se gozara de hacernos sufrir…, nuestra vida espiritual será un ir tirando. Nos faltarán las alas de la confianza para correr y volar por los caminos del espíritu.

Por ello, no te confundas ni te agites, pensando en tus problemas. Esfuérzate, pon de tu parte lo que puedas y después…, confía en Dios. Cierra los ojos y dile repetidamente: Jesús, yo te amo y yo confío en Ti. Repítelo hasta el cansancio cuantas veces puedas, día y noche, mañana y tarde, y verás la diferencia.

Recuerda lo que Jesús le decía a la venerable Consolata Betrone: Tú piensa sólo en amarme. Yo pensaré en ti y en todas tus cosas hasta en los más mínimos detalles (31 de julio de 1936). La confianza es la flor más hermosa del amor. Por eso, decía Jesús a una santa religiosa: Si me amas, confía en Mí; si quieres amarme más, confía más en Mí; si quieres amarme inmensamente, confía inmensamente en Mí.

Ciertamente, en los momentos de oscuridad, el sentir el rechazo de Dios turba al alma y el diablo aprovecha la oportunidad para inculcarle pensamientos de desaliento; pero, si el alma sigue confiando, aunque se sienta condenada, está salvada. Lo único que la apartará de Dios será la desconfianza, la desesperación y la falta de fe. Como dice la Escritura en Prov 28,1: El que confía en Dios es fuerte como un león .

La confianza en Dios es como una mina de oro de la que podemos sacar inmensas bendiciones para nuestra alma.

Abandónate en Dios. No temas. Confía. Respira hondo. Respira su amor a través del aire que entra en tus pulmones, mira su bondad, reflejada en las bellezas de la naturaleza, en la sonrisa de los niños o en las flores de los campos. Reacciona, piensa, confía y déjate llevar por Él sin condiciones. Él te dice: No tengas miedo, solamente confía en Mí (Mc 5,36). No tengas miedo, porque yo estoy contigo (Is 41,10).

es muy hermoso pensar que nuestra vida no está sometida a fuerzas impersonales o malignas, que lo que ocurre no es fruto del azar o de la casualidad, sino que todo está bajo el cuidado de nuestro Padre Dios.

Dios te ama personalmente. Para Él no eres un ser humano más en la inmensa multitud de la humanidad. Para Él eres su hijo predilecto y a nadie ama más que a ti. Él sabe, si en este momento tienes hambre o tienes frío, si estás enfermo o si tienes algún problema concreto. Pero Él quiere que tú le pidas ayuda para poder ayudarte. Él no quiere bendecirte contra tu voluntad. Y muchas cosas sólo te dará, si se las pides con fe. Recuerda que Él quiere siempre lo mejor para ti y quiere hacerte feliz. Y tú no eres un desconocido para Él.

¡Oh, si tuvieras conciencia de que el amor de Dios te envuelve y empapa en cada instante de tu vida! ¡Oh, si fueras consciente de que es Él quien te da la salud, la comida y el bienestar! ¿Cómo no agradecérselo y hacer de tu vida un canto de agradecimiento? Agradecer es amar. Haz de tu vida un canto de amor y de agradecimiento. Amar es la aventura más hermosa de la vida. Tú deberías ser un aventurero de Dios. Deberías levantarte cada mañana con la ilusión de ir en busca de Dios y descubrirlo en las pequeñas cosas de cada día. Él se alegrará de que descubras su amor y su presencia en una flor, en una puesta de sol, en la sonrisa de un niño, en la alegría de tus amigos o en los ojos brillantes de las personas que te aman.

Cada mañana al despertar, dale los buenos días a tu Padre, vete a saludar a Jesús Eucaristía, pide la ayuda de María y la protección de tu ángel. Comienza tu camino diario con la actitud positiva de quien comienza una nueva vida, en la que no hay lugar para el odio o la maldad. Y, si te pasa algo desagradable o te hacen sufrir, ofrécelo a tu Padre y sigue tu camino sin rencor. Tu vida sólo debe tener sentido en el amor. Comenzó por amor de Dios y debe terminar con un corazón lleno de amor para todos sin excepción.

Por eso, aprende a cantar como los pajaritos, sabiendo que estás en buenas manos y que todo lo tuyo y todos los tuyos están en sus amorosas manos de Padre. Alaba a tu Padre Dios con los pájaros y las flores, con los ríos y las montañas. Ofrécele tu vida para servirlo y amarlo con todo tu corazón y Él se sentirá feliz. Haz feliz a tu Padre Dios. Dile que lo amas, dale las gracias por todo lo que te ha dado y ha hecho por ti. No te rebeles contra sus designios en tu vida, aunque tengas que caminar por senderos de tinieblas y llenos de espinas.


La providencia de Dios en tu vida se ha manifestado al darte tantas bendiciones y beneficios para que seas feliz. Agradece tantos regalos recibidos y dale gracias por amarte tanto. Y déjate llevar y conducir por su amor providente, que quiere llevarte a la santidad en la Iglesia, por María y con Jesús Eucaristía.

Que seas santo. Es mi mejor deseo para ti.

Ángel Peña O.A.R.


DEJATE AMAR POR DIOS
El mayor homenaje,
El mejor regalo,
La más grande satisfacción
Que puedes dar a Dios, es dejarle
Que él sea Dios en tu vida.
Lo único que Dios te pide,
Lo que él espera de ti,
Es que aceptes su amor
Y le dejes amarte.
Tú no eres nada, y no puedes dar nada al que lo es todo.
Eres pura necesidad de Dios.
Por eso, tu única manera de ser tú mismo, es dejar que Dios te ame.
Dios no necesita nada de ti.
No quiere nada de ti.
Dios sólo quiere de ti,
Que te abras a su amor,
Que lo aceptes y le hagas vida de tu vida.
Dios quiere ser el protagonista de tu vida. Te pide que te dejes amar por él, que permitas que su amor dirija tu vida entera.
Dios quiere llenarte con su amor, para que – amando – llegues a conseguir tu plenitud.
Dios sabe mejor que nadie,
Que solamente su amor puede hacer
El milagro más grande:
Que tú seas verdaderamente tú.
Al aceptar el amor de Dios en tu propia existencia, reconoces que todo lo puedes con él, y que sin él, eres nada, no puedes nada.

Cuando te abres al amor de Dios, aprendes a ser verdaderamente tú.
Sólo cuando aceptas el amor de Dios, es cuando valoras tu grandeza y empiezas a amar de verdad.
Si aceptas el amor de Dios, puedes amar a Dios, amarte a ti mismo, amar de verdad a todos.
El amor de Dios es tu clave, tu único puente para vivir en comunión con Dios, contigo mismo, con tu prójimo, con el universo.
No pretendas conquistar a Dios con tus migajas, con tus obsequios, gloriosamente vacíos.
No quiere nada tuyo porque no necesita nada de nadie.
Dios sólo te pide una cosa:; que aceptes su amor, que te dejes amar por él.
Con su amor, estás lleno de él. Sin su amor, estás totalmente vacío.
Dios te pide que aceptes su amor, para que le puedas amar, devolverle lo suyo.
Tu felicidad ha de ser aceptar su amor. Tu categoría, dejar que Dios ame a todos, a través de ti.
José Luis Alonso, oar





2 comentarios:

  1. piso oarcion por salud empleo que mi vida ca,mbie para bieeeeen tenr esposa hijso que flor mirella lopez arcerntales me ame marcelo pastor s.

    ResponderEliminar
  2. Señor mío y Dios mio bendice a tus hijos que claman misericordia y enseñamos a ser misericordiosos. Daños la gracia de confiar ciegamente en ti.

    ResponderEliminar