LA PUREZA DE CORAZÓN P. DARIO BENCOSME


Primera oración carismática prédica con el Padre Darío Bencosme que es trasmitida para el mundo por medio del Internet.

Lunes 19 de Diciembre del 2005

El Padre Darío nos habló sobre la importancia de la pureza en nuestra vida según la lectura del evangelio Jueces (13,2-7.24-25) y Lucas (1,5-25).

 En la reflexión nos mostró formas de traer la pureza a nuestras vidas y como apartarnos de la oscuridad. 
 Nos pone como ejemplo a Juan el Bautista y a María nuestra Madre, símbolo de toda pureza, nos hace recordar las bienaventuranzas, especialmente la que dice San Mateo (5,8) “Bienaventurados los puros de corazón porque ellos verán a Dios” y, aquí, nos pone como ejemplo a los tres pastorcitos de Fátima, nos cuenta que las dos niñas: Lucia y Jacinta, podían ver a la Virgen María y que el niño Francisco no la podía ver, entonces Lucía pregunta a la Virgen: “¿Por qué Francisco no la podía ver?”  Y la Virgen contesta: “Díganle que rece un Rosario para que purifique su corazón”.              
 El Padre Darío nos recalca que Dios se manifestará en nuestras vidas, si solamente somos puros de corazón. Nos pone como ejemplo, también, el nacimiento de Sansón, su madre era estéril y el señor le mando un ángel para decirle que purificara su corazón, que no tocara nada impuro para que se realizara en ella la voluntad del Señor, así sucedió que su esterilidad fue sanada y tuvo como hijo a Sansón.
 El señor nos pide que saquemos de nuestro interior todo rastro de malicia para que la gracia de Dios habite en nosotros, si tú limpias tu corazón, tu familia se sentirá abrigada en pureza y alcanzarán siempre estar cerca del Señor.
 La pureza es el fruto de una vida larga de oración, atrévete a amar la pureza como María, como Juan el bautista que buscaba siempre la voluntad de Dios, Juan purificó su corazón para estar cerca de Él, se apartó del mundo para entrar libremente a los ambientes de Dios.
 Para que tu hogar este purificado debes salir de los ambientes impuros debes rechazar la oscuridad y vivirás en luz, porque donde hay pureza los espíritus malignos huyen, en cambio, donde hay impureza, los demonios se mueven con libertad provocando tragedias, dolor, resentimientos, odios, vicios, adulterios.

 Busquemos encontrar la pureza, la persona que la alcanza encuentra una inagotable fuente de luz para una vida llena de gracia. Imitemos la virtud de María para alcanzar los frutos del Espíritu Santo. 
Los frutos del Espíritu son perfecciones que se forma en nosotros como primicias de la gloria eterna. Por lo tanto, son la garantía de una vida bendecida y santa, a imitación de María nuestra Madre y nuestra Guía.

 AUDIO DE LA ORACIÓN GRABADA DEL P. DARIO BENCOSME  DEL 19-12-2005





¿QUE NOS DICEN LOS SANTOS SOBRE LA PUREZA DE CORAZÓN?    

Hemos sido creados para ir un día a reinar en el Cielo, y si tenemos la desgracia de cometer este pecado nos convertimos en la guarida de los demonios. Nuestro Señor dijo que nada impuro entrará en su reino.
Hijos, no podemos comprender el poder que un alma limpia tiene sobre el Buen Dios: ella obtiene de Él todo lo que quiere. Un alma pura está junto a Dios como un niño junto a su madre: la acaricia, la abraza, y su madre le devuelve sus caricias y sus abrazos.
San Juan Bautista María Vianney
(Santo Cura de Ars)


La pureza de corazón, como toda virtud, exige un entrenamiento diario de la voluntad y una disciplina constante interior. Exige, ante todo, el asiduo recurso a Dios en la oración.
Beato Juan Pablo II



Limpia tu corazón de toda pasión terrenal. ¡Humíllate en el polvo y reza! Así encontrarás con certeza a Dios, que te dará serenidad y paz en esta vida y eterna beatitud en la otra. 
San Pío de Pieltrecina

Pero para poder ver el rostro de Dios, necesitamos un corazón limpio, un corazón lleno de amor, y uno solamente puede tener su corazón de esa forma si el mismo es completamente puro, limpio y libre. Mientras no seamos capaces de escuchar esa voz en nuestro propio corazón, de oír la voz de Dios cuando nos habla en el silencio de nuestro corazón, no seremos capaces de expresar nuestro amor a través de la acción.
Beata Teresa de Calcuta





¿QUE NOS DICE EL CATECISMO SOBRE LA PUREZA DE CORAZÓN?

III. La bienaventuranza cristiana
«“Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios”. Ciertamente, según su grandeza y su inexpresable gloria, “nadie verá a Dios y seguirá viviendo”, porque el Padre es inasequible; pero su amor, su bondad hacia los hombres y su omnipotencia llegan hasta conceder a los que lo aman el privilegio de ver a Dios [...] “porque lo que es imposible para los hombres es posible para Dios”» (San Ireneo de Lyon, Adversus haereses, 4, 20, 5).
1723 La bienaventuranza prometida nos coloca ante opciones morales decisivas. Nos invita a purificar nuestro corazón de sus malvados instintos y a buscar el amor de Dios por encima de todo. Nos enseña que la verdadera dicha no reside ni en la riqueza o el bienestar, ni en la gloria humana o el poder, ni en ninguna obra humana, por útil que sea, como las ciencias, las técnicas y las artes, ni en ninguna criatura, sino sólo en Dios, fuente de todo bien y de todo amor:

TEXTOS DE LA BIBLIA QUE NOS HABLA SOBRE LA PUREZA DE CORAZÓN

Mientras que en el Antiguo Testamento la pureza era ritual, en el Nuevo Testamento Jesús nos habla que la auténtica pureza procede del corazón del ser humano (es decir de su intención, de su reflexión). El ser humano se hace puro con las palabras y obras que nacen de su interior


San Mateo 5,8. Jesús proclama felices (bienaventurados) y promete que verán      a Dios a los que son "limpios de corazón.


1Timoteo 1,5 3,9 y 2Timoteo 1,3; 2,22. Se habla de "corazón puro" y "conciencia limpia" (ambas expresiones significan lo mismo).


Juan 15,3. Los discípulos están limpios por la palabra de Jesús.


Juan 13,11. El traidor es impuro.


1 Pedro 1, 22. vemos que la purificación se realiza por la obediencia a la verdad.


Efesios 5,26 y Hebreos 9,13. Nos purifica la sangre de Cristo en el acto del bautismo. Siempre esta purificación es del pecado de toda especie.


Juan 15,3 y Pedro 1,22. Esta purificación del pecado se da por el bautismo y la aplicación de la obra salvadora de Cristo, pero también por la fe, y nunca sin la obediencia a la fe.







¿CÓMO LIBERAR LA MENTE DE LA IMPUREZAS?

RESPUESTA del Padre Jordi Rivero

1- Lo del pasado no fueron simplemente "errores". Fue pecado. El pecado causa que se debilite nuestra autoridad sobre la mente y la voluntad y otros daños profundos que el hombre por si solo no puede sanar. 

2- Solo Jesús puede sanar y liberar. Dios, por amor infinito, se hizo hombre y murió por cada uno de nosotros en la cruz. El ha venido no a condenar sino a salvar. Confía en la Misericordia de Jesús con todo tu corazón. EL TE AMA Y LO PROBO EN LA CRUZ.

3- Estamos en una batalla espiritual por nuestra salvación eterna. El problema es que estamos acostumbrados a ceder ante los pensamientos que le gustan a la carne. Esto tiene que cambiar. Hay que disponerse al sufrimiento necesario y negarse a si mismo el placer carnal. Lo podemos hacer a la medida que nos abrimos a la gracia y estamos dispuestos a luchar porque amamos a Jesucristo. Al mismo tiempo crecerá en nuestra alma el amor a Dios y cobraremos conciencia de lo que está en juego.
El mundo nos asecha por todas partes con sugestiones que nos entran por los sentidos. Somos atacados por el demonio que nos sugiere el mal en la mente. Es tiempo de prueba. Hay que tomar las armas del Espíritu y combatir por nuestra salvación. Por lo tanto, resiste y lucha por amor a Jesús.

4-No cedas al demonio que quiere convencerte de que Dios ya no te puede amar. El enemigo te quiere atrapar en la auto-condenación: creer que estas perdido y sin esperanza. Como toda adicción, cuanto estamos atormentados por la lujuria parece que no podremos vivir sin caer. Esto es la gran mentira. La verdad es que Jesús es infinitamente mas fuerte que todo pecado. No te desesperes cuando seas tentado. Los santos son tentados también pero se abrazan a la cruz y resisten. Jesús nos enseñó en el Padre Nuestro a pedir: "no nos dejes CAER en la tentación". Es posible que siga la lucha en tu mente muy fuerte por algún tiempo. No te desesperes. Combate con fe y valentía. Veras que tendrás cada vez mas fuerza mientras que las tentaciones y pensamientos serán cada vez mas débiles.

5-Si tienes fe verás maravillas. Si perseveras vendrá la paz a tu corazón y una nueva capacidad de vivir la vida nueva en Jesús.
La liberación de la mente no se consigue sin una seria opción por Cristo. Es necesario una entrega del corazón a Jesucristo que lleve a un auténtico cambio de vida. Dale al Señor completa autoridad sobre tu vida y tus pensamientos y actúa consecuentemente.

Te exhorto a practicar estos puntos:

1-Renueva tu compromiso bautismal haciendo una consagración a Jesús a través de María.  No hay mejor camino que una sana devoción a la Virgen Santísima. Encomiéndaselo todo a Ella te guiará y protegerá. Recure a ella como un hijo fiel. Con ella estarás al pie de la Cruz, recibiendo la infinita misericordia de Jesús. Reza diariamente el Santo Rosario.
2-Se obediente EN TODO a Jesucristo y a Su Iglesia que, como madre y maestra, nos enseña Su doctrina. La tentación es un engaño: ofrece un momento de placer pero solo para encadenarnos y apartarnos de la felicidad de vida en Cristo. 
3-Haz una buena confesión. Parte esencial de la confesión incluye renunciar al pecado. Cuida tus sentidos (Ojos, oídos) de todo aquello que está fuera del orden de Dios. Cree en el perdón de Dios aunque no lo "sientas" al principio.
4-Disponte a luchar y perseverar. La carne se resiste pero hay que dominarla. Dios te da la gracia pero hay que luchar y luchar de corazón. Cuando San Francisco de Asís fue tentado de impureza se tiró a unos espinos. Lo hizo porque amaba a Jesús con todo el corazón y quería ya liberarse. Muchos admiran a S. Francisco, pero ¿están dispuestos a imitarlo? Cuando te sientas tentado fuertemente, castiga a tu cuerpo, NO te hagas daño pero si debes hacer alguna penitencia que al cuerpo no le guste. Por ejemplo si estas para dormir y te entran tentaciones, échate al piso por un rato.  Al cuerpo no le gusta y así podrás dominarlo. Verás como iras tomando nuevo poder por gracia de Dios.
5-No te desesperes al ver tu miseria.  Permítele a Jesús manifestar su Infinita Misericordia. CONFÍA EN JESÚS.
6-Evita las ocasiones de pecado como la plaga. ¡Son la plaga! Estamos en guerra espiritual. Dios dará la fuerza para no caer, pero si nosotros nos exponemos a ocasiones de pecado, no estamos batallando con seriedad y no debemos esperar que Dios nos salve sin no ponemos toda nuestra voluntad en la lucha. Apartarse requerirá decisiones difíciles y dolorosas, pero hay que hacerlas. No hay victoria sin cruz. Para ser discípulo de Cristo hay que preferir a Jesús y poner el amor y la verdad por encima del placer. No mires a lo que renuncias sino mira a Jesús que te invita a compartir Su cruz y Su gloria.
7-Recurre a Cristo en la Eucaristía con la mayor frecuencia posible.
8-Adquiere una disciplina de oración diaria. Incluye en ella la meditación de la Biblia y el Santo Rosario.
9-Ten buena lectura: vidas de los santos, etc.
10-Únete a tus hermanos en la fe, en tu parroquia o algún movimiento con personas comprometidas. Dios nos fortalece cuando estamos unidos.
11-Busca maneras de servir a los necesitados. Cuanto menos pienses en ti mismo y mas pienses en Dios y en los demás mas rápido serás liberado.
En resumen, el discípulo de Cristo lleva la vida de Cristo en la Iglesia.


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ORACIÓN PARA PEDIR LA PUREZA

Soy todo tuyo María

Virgen María, Madre mía, me consagro a ti  y confío en tus manos toda mi existencia.
Acepta mi pasado con todo lo que fue. Acepta mi presente con todo lo que es. Acepta mi futuro con todo lo que será. Con esta total consagración te confío cuanto tengo y cuanto soy, todo lo que he recibido de Dios.
Te confío mi inteligencia, mi voluntad, mi corazón. Deposito en tus manos mi libertad, mis ansias y mis temores, mis esperanzas y mis deseos, mis tristezas y mis alegrías. Custodia mi vida y todos mis actos para que le sea más fiel al Señor y con tu ayuda alcance la salvación.
Te confío ¡Oh María! mi cuerpo y mis sentidos para que se conserven puros y me ayuden en el ejercicio de las virtudes.
Te confío mi alma para que tú la preserves del mal. Hazme partícipe de una santidad igual a la tuya; hazme conforme a Cristo, ideal de mi vida.
Te confío mi entusiasmo y el ardor de mi juventud, para que tú me ayudes a no envejecer en la fe. Te confío mi capacidad y deseos de amar; enséñame y ayúdame a amar como tú has amado y como Jesús quiere que se ame.
Te confío mis incertidumbres y angustias para que en tu corazón yo encuentre seguridad, sostén y luz en cada instante de mi vida. Con esta consagración me comprometo a imitar tu vida.
Acepto las renuncias y sacrificios que esta elección comporta y te prometo, con la gracia de Dios y con tu ayuda, ser fiel al compromiso asumido.
¡Oh María!, soberana de mi vida y de mi conducta, dispón de mí y de todo lo que me pertenece, para que camine siempre junto al Señor bajo tu mirada de Madre.
¡Oh María! Soy todo tuyo y todo lo que poseo te pertenece ahora y siempre. 
¡Amén!

San Luis Maria Grignion de Montfor



BELLÍSIMA CANCIÓN QUE NOS ENSEÑA A TENER UN CORAZON PURO: 
Señor quien puede entrar en tu santuario

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